Calle de Fernando Higueras.

Quizás para quien no esté familiarizado con el mundo de la Arquitectura, el nombre de Fernando Higueras no le suene de nada, pero se trata de uno de los mejores arquitectos que trabajaron en nuestro país entre mediados y finales del siglo pasado.


Un Arquitecto con un estilo muy cercano al organicismo de Wright e indiscutible influencia del constructivismo ruso, que se pone de manifiesto en el uso sin artificio del hormigón armado y la inclusión en el diseño de potentes estructuras. Así mismo, fue un Arquitecto de fuerte personalidad, que dejó impresa en todas sus obras, las cuales por cierto, pueden consultarse en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, puesto que dejó allí copia de todas sus obras para que los alumnos de la que fue su Escuela pudiesen consultarlas con facilidad.

Desde el magnífico "búnker" que construyó en su casa para albergar su estudio salieron obras icónicas de la ciudad de Madrid, como las viviendas para militares de la glorieta de San Bernardo o la "corona de espinas", sede de Patrimonio Artístico Español. Pero no se quedó ahí, ya que Higueras también tenía grandes cualidades  como  fotógrafo, cineasta, pintor y músico. 

En los 50 años que mantuvo el estudio abierto, desarrolló todo tipo de proyectos, los cuales una vez finalizados se convertirían con el paso del tiempo en hitos. De los últimos proyectos construidos destaca la parroquia de Santa María de Caná, una iglesia de ladrillo visto con el altar en el centro cuya construcción estuvo rodeada de polémica, pero que se ha transformado en un icono de Pozuelo de Alarcón.

Ahora, cuatro años después de su muerte, por fin, junto a otros 52 colegas de profesión, ya tiene una calle en Madrid, concretamente en Valdebebas.

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