El proceso constructivo y la paciencia del santo Job.

En España construir un edificio constituye todo un acto de paciencia. Y no me refiero a que el tiempo de construcción sea largo, que no lo es si tenemos en cuenta todo lo que comprende, si no a todos los demás procesos paralelos que hay detrás de una obra, que van retrasando la fecha de finalización.

Lo primero que se necesita es solicitar al ayuntamiento la Alineación oficial, un trámite sencillo que puede llevarnos erróneamente a pensar que todo va a ser así de rápido. Con ella encargaremos a un Arquitecto que redacte el proyecto básico (en el que incluirá el Estudio de Gestión de Residuos de Construcción, el Estudio de Seguridad y Salud y el Proyecto de acometida a la red de saneamiento), que en el caso de viviendas unifamiliares suele hacerse junto con el de Ejecución. Con todo esto podemos entregar la documentación en el ayuntamiento para conseguir la Licencia de Obras.


Al proyecto de ejecución se debe adjuntar un Estudio Geotécnico y un Proyecto de Instalaciones Comunes de Telecomunicaciones (ICT), que realizan diferentes ingenieros. Con todo esto visado por los diferentes colegios profesionales, podemos entregar un presupuesto a diferentes empresas constructoras para poder elegir a la más conveniente. 

Una vez concedida la Licencia de Obras, podremos empezar con la obra del edificio... siempre y cuando la constructora haya abierto ya el centro de trabajo en las oficinas de la Comunidad Autónoma, tras aprobar el Plan de Seguridad y Salud y pedir la acometida provisional de luz y de agua. Mientras tanto, el promotor debe contratar una empresa de control de calidad, que revise, por cuarta vez (Primera: Arquitecto redactor del proyecto, segunda: Colegio de Arquitectos, tercera: Ayuntamiento) el proyecto. Con todo esto, por fin podemos firmar el acta de replanteo e inicio de obras.


Una vez terminadas las obras, se firman los certificados finales de obra, se redacta el Libro del Edificio y se solicita al Ayuntamiento la Licencia de Primera Ocupación.

¿No parece que sea un proceso tan largo, verdad? Pues en total, contando el tiempo de desarrollo del proyecto que puede durar alrededor de dos meses y medio para un edificio pequeño de tres plantas, más los 14 meses que dura la obra y los 6 que tarda aproximadamente el Ayuntamiento en conceder la Licencia de Obras y la Licencia de primera ocupación, tenemos casi dos años.

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