Ajardinemos las cubiertas

Un problema que tienen casi todos los centros de las ciudades en España es la falta de espacios verdes. Por lo general los jardines y parques suelen ser dotaciones a nivel de barrio y están situados en lugares apartados o no necesariamente cerca de nuestra vivienda, es por ello que una solución lógica pasa por darle un nuevo uso a las cubiertas de los edificios para tratar de solucionar esta necesitad.

La arquitectura vernácula lleva siglos aprovechando las ventajas de ajardinar la cubierta, con ejemplos que van desde viviendas africanas hechas con paja hasta casas islandesas con cubiertas de césped. Esto se debe a que este tipo de cubrición ayuda a aislar la vivienda del exterior, además de impermeabilizarla.

Vivienda tradicional islandesa

Actualmente las cubiertas de los edificios urbanos, concretamente las cubiertas planas, constituyen una superficie enorme dentro de nuestras saturadas ciudad que está siendo desaprovechada y que podría ayudar a mejorar la calidad de vida de sus usuarios al aumentar la superficie verde de la ciudad, que reduciría la contaminación atmosférica y absorbería gran parte del agua de lluvia evitando que fuera a parar directamente a la red de alcantarillado.
Huertos, jardines privados, lugares de recreo y reunión para niños y jóvenes, bares, cafeterías, discotecas... una enorme posibilidad de opciones de ocio se abriría en las terrazas y cubiertas transitables de nuestros edificios y no sólo eso, al ajardinar las cubiertas mejoraríamos sensiblemente la eficacia energética de nuestros edificios al mejorar su impermeabilidad y su aislamiento, reduciendo el gasto en calefacción en invierno y de refrigeración en verano reduciendo así la factura eléctrica.

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