Recorridos lógicos.

Desde hace unos años y no soy tan viejo como para que sean muchos, se está convirtiendo en una especie de necesidad el cortar la avenida de la Castellana para conseguir que una celebración sea un éxito en Madrid. Da igual el motivo que sea: lúdico, deportivo, laboral, político... si no cortas la Castellana, la fiesta ha sido un fracaso, parece que si no molestas a toda la ciudad con tus reivindicaciones o fastos, el bureo no ha merecido la pena.

Y yo estoy cansado de que cada fin de semana, me encuentre con que una manifestación, cabalgata, exhibición, maratón, medio maratón, carrera benéfica, desfile, romería, parada militar, huelga, jubileo, carrera de caballos o explosión de júbilo por una victoria deportiva, corte el Paseo de la Castellana, la principal avenida que recorre de norte a sur la ciudad de Madrid. De tal forma que cada vez que es cortada, deja casi incomunicadas el este del oeste de la ciudad, lo que me lleva a pensar que no es el mejor lugar, urbanísticamente hablando, para albergar este tipo de eventos. 


Y no es sólo una cosa mía, la sensación de que Madrid entero se ha convertido en un manifestódromo, queda recogida en varias páginas web como huelgalendario.com o el manifestómetro, que se hacen eco de las cientos, por no decir miles de manifestaciones que sufrimos en esta ciudad.

Y la cuestión es que existe un lugar en Madrid que puede ser usado perfectamente para estas situaciones, sin tener que molestar a los ciudadanos que no participen en esos actos. Estoy pensando en un espacio de 118 hectáreas, en el centro de Madrid, perfectamente conectado con cualquier lugar de la ciudad y con el resto del país, ya que cuenta con unas 20 paradas de autobús urbano, una estación de Cercanías, de tren y de AVE, además de 6 paradas de metro. Cuenta con más de 5 kilómetros de vías pavimentadas cerradas al tráfico, con gran cantidad de árboles para dar sombra en los días calurosos, fuentes para aliviar la sed, bancos para descansar... Un lugar perfectamente adecuado para albergar todo tipo de eventos.


Me estoy refiriendo al parque del Retiro, adecuado para recibir grandes masas de personas, en el centro de la ciudad, con múltiples entrada y salidas, que además, ya ha probado sobradamente su capacidad para acoger todo tipo de eventos que tienen una gran afluencia de público, como la tradicional cabalgata de reyes, que se hacía en el parque hasta hace bien poco o cada año, la Feria del Libro de Madrid.

Algunos dirán que el principal motivo para hacer una manifestación o huelga en el centro de una ciudad, en este caso Madrid, es cortar una vía pública importante para molestar a los ciudadanos que no participan en ella (ellos dirán hacerse ver) y así llamar la atención y ser escuchados. Si malo es tener que manifestarse, porque eso indica que hay algo que no gusta a un gran número de ciudadanos, peor es tener que molestar al resto, por que hace que sus propuestas no sean vistas con buenos ojos por aquellos importunados por la manifestación. Por el contrario, si se hacen en un sitio acotado, que no sólo no molesta a quien no acude, sino que puede verse como algo agradable y atractivo, puede convertirse en un acicate para animar a algunos que no tenían pensado asistir.


Es más, en una época en la que vale más una imagen que mil palabras, haciendo un adecuado uso de las nuevas tecnologías y los medios de comunicación para dar información puntual de lo que ocurre cada minuto, llega a más gente salir en un telediario que cortar una calle. Y el Retiro, como espacio representativo de la ciudad de Madrid, puede servir mejor para estos fines publicitarios.

Sería necesario un diseño adecuado de un escenario moderno y para poder leer un manifiesto o comunicado por parte de los organizadores y por el camino, puestos de comida, bebidas frías y merchandising en puntos estratégicos del recorrido, podrían ayudar a recoger fondos para las causas u organizaciones que convoquen la manifestación.


Un análisis rápido del entorno nos indica lo frondoso de la cubierta vegetal (en verde), que provee de excelente sombra, que en un momento dado puede servir para que los niños que hayan acudido con sus padres puedan descansar o jugar un rato, alejados del estruendo de la actividad que están haciendo sus progenitores y que marca una serie de espacios libres (en rosa), que en su mayor parte están asfaltados, lo que los hace ideales para el tránsito de gran cantidad de personas, incluso carrozas u otros elementos pesado que se quiera llevar a los actos que se programen.

Incluso, como queda reseñado en el plano (en negro), existen una serie de construcciones dentro del parque que pueden ser usadas para guardar el material que se necesite para proteger el parque, como vallado de elementos y plantas frágiles, estructura ligera para montar un escenario, pancartas o para poder dar un pequeño mitin; hacer una rueda de prensa al terminar el acto o servir para que los diferentes medios se instalen en un lugar adecuado, con conexión a internet, puestos cómodos donde colocar sus portátiles, etc... 


Los recorridos más lógicos, partirían de la puerta más cercana a Atocha, en Alfonso XII, que tiene una perfecta comunicación e incluso, sitio para aparcar autobuses en dicha calle y podría acabar en la salida de la puerta de Alcalá, también perfectamente comunicada.

Un posible recorrido, basándonos en el ancho de los paseos interiores del Retiro, empezaría en el paseo de Fernán Nuñez, al lado del observatorio, girarían por el paseo de Venezuela, donde se unirían las personas que lleguen de Menéndez Pelayo, tomarían el paseo de Cuba, dejando el estaque a su derecha y podrían acabar en las escaleras ajardinadas de la entrada de la plaza de la Independencia, siendo un lugar perfecto y escenográfico para cerrar una manifestación.


En total sería un agradabilísimo recorrido de dos kilómetros y medio, un poco menos de la distancia entre la plaza de Atocha y la glorieta de Emilio Castelar (aproximadamente tres kilómetros), con la diferencia de que no se tendría que desviar ninguna línea de autobús, ni cortar una sola calle, en contraposición de las más de treinta que se cortan en ese trayecto Atocha-Castelar, incluyendo algunas tan importantes como Atocha, Huertas, Cortes, Alcalá o Génova. En definitiva, divertirse, aclamar, solicitar o quejarse sin tener que molestar al prójimo. Maravilloso.

Comentarios